Hoy he tenido otra conversación de esas que dan para reflexionar y claro, vosotros diréis: "Joder lo que reflexiona este tío". Esto se debe a que me encuentro parado, pero parado parado. De todos modos, como así estamos muchos, pues lo vamos llevando.
A lo que íbamos, el tema del reflexione. Ya sabéis lo que decían algunos en el metro....... cuando estaba permitido decir cosas en el metro:
Es muy triste de reflexionar pero es más triste de robar......
El asunto, es el tema recurrente de la COPIA entre ceramistas. La verdad es que esta es una cuestión cansina. La llevo oyendo desde que era un chaval.
Lo que diré a continuación es mi opinión sobre esta materia, con la que podéis estar de acuerdo o no. Yo por mi parte respeto las ideas de los demás, otra cosa es que las comparta.
Veamos, si yo pinto una cabra, aunque sea el primero que la pinta, eso no me convierte en el poseedor del derecho a pintar cabras. Cualquiera puede pintar cabras. Ahora bien, si a la cabra le falta un cuerno y está bebiendo a la pata coja, hay que ser mal colega de oficio para pintar lo mismo.
Me voy calentando:
NO ES EXCUSA que el cliente te pida concretamente eso. Se le dice que esa obra es de fulanito y que tu puedes pintar la cabra haciendo el pino y si quiere, hasta tocando la flauta.
Si accedemos a todo lo que nos "sugiere" el cliente, por inmoral que sea lo que nos piden, sin poner ningúna objeción, nos vamos dejando a jirones la grandeza de nuestro oficio por el camino.
Después nos quejamos de lo poco valorada, cuando no menospreciada, que está nuestra actividad. Los principales responsables de nuestra situación somos nosotros mismos y no me vale, al menos a mí no me vale, lo mala que está la cosa, porque lo que logramos con estos comportamientos es convertir en crónica una situación de precariedad que arrastramos, por cierto, desde mucho antes que comenzara esta crisis.
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