Suelo visitar Belvís de la Jara con regularidad y en mi
última aparición por la iglesia, descubrí con agradable sorpresa un Via Crucis
en cerámica. La sorpresa fue tanto mas agradable en cuanto estaba firmado por
Mancebo. Yo pensaba que estaba retirado de este mundo cerámico. Me alegró mucho
que no fuera así. A Alfredo lo conozco desde hace 30 años y ya hacía unos
cuantos que no tenía noticias de él.
Mi relación con él se remonta a la época en la que ambos
estábamos en la Escuela de Arte de Talavera de la Reina, yo me iniciaba en esto
de la cerámica tradicional y él me aconsejó y me coció mis primeros cuatro
azulejos.
Alfredo tiene algo especial como pintor tradicional. Su estilo es
inconfundible y si veis sus piezas, ves que su pintura (según los cánones tradicionales)
deja mucho que desear, pero, (siempre hay un pero) el conjunto es magnífico.
Personalmente sus monterías son mis favoritas, y mira que ya conozco unas
cuantas. Tengo que apuntar al respecto que mi concepto de Cerámica Tradicional
no tiene mucho que ver con la línea que se ha impuesto en Talavera desde hace
años, y la cerámica de Alfredo Díaz Mancebo se ajusta perfectamente a mi
ideario en este campo.